Un
amigo llega como la primera sonrisa de aquella chica del bus que ves cada
mañana cuando te diriges a tu desquiciada rutina. Sin avisar, sin ninguna
explicación, pero ilusiona.
Al principio comienzas a pensar que es una persona más, pero la vida os convierte en un dúo sin igual, en un tándem que nadie comprende ni comparte. Sin embargo el desenlace de ambas no es similar, la dulce pasajera se baja unas cuantas paradas antes y la amistad continúa el viaje, crece y se hace fuerte. El destino la desafía a un duelo, a una batalla de años... Pero vence.
Y ahora, lejos el uno del otro, sin más remedio que joderse, sin más salida que sonreír cuando ves una foto de años atrás, donde la inmadurez abarcaba tu mente, compruebas que sois uno, que ésto no se extingue, que cualquier día que os reencontréis puede ser una pequeña aventura, de esas que cuentas orgulloso allá donde vayas. Y es a eso a lo que me refiero. David, no dejes de valorar los pequeños momentos, las locuras inexplicables que ofrecen una dosis de comedia a este drama. Por muy lejos que estemos, sabes que aquí tienes un amigo con el que reír y a un hermano con el que llorar.
Sabes que no escribo esto porque sea tu cumpleaños, sí que es cierto que veinte años no se cumplen todos los días, pero quizá esta fecha me vale como excusa para ver que más allá de nuestros objetivos académicos, más allá de nuestro "planificado" futuro existe un grupo de personas que van a estar ahí, un conjunto de privilegiados que te apoyarán siempre.
Al principio comienzas a pensar que es una persona más, pero la vida os convierte en un dúo sin igual, en un tándem que nadie comprende ni comparte. Sin embargo el desenlace de ambas no es similar, la dulce pasajera se baja unas cuantas paradas antes y la amistad continúa el viaje, crece y se hace fuerte. El destino la desafía a un duelo, a una batalla de años... Pero vence.
Y ahora, lejos el uno del otro, sin más remedio que joderse, sin más salida que sonreír cuando ves una foto de años atrás, donde la inmadurez abarcaba tu mente, compruebas que sois uno, que ésto no se extingue, que cualquier día que os reencontréis puede ser una pequeña aventura, de esas que cuentas orgulloso allá donde vayas. Y es a eso a lo que me refiero. David, no dejes de valorar los pequeños momentos, las locuras inexplicables que ofrecen una dosis de comedia a este drama. Por muy lejos que estemos, sabes que aquí tienes un amigo con el que reír y a un hermano con el que llorar.
Sabes que no escribo esto porque sea tu cumpleaños, sí que es cierto que veinte años no se cumplen todos los días, pero quizá esta fecha me vale como excusa para ver que más allá de nuestros objetivos académicos, más allá de nuestro "planificado" futuro existe un grupo de personas que van a estar ahí, un conjunto de privilegiados que te apoyarán siempre.
Tu
amigo, Patricio
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