viernes, 17 de junio de 2016

Rutinas

Nos mueve el miedo a no arriesgarnos, a seguir un camino recto sin demasiadas complicaciones. El problema de avanzar por ese cómodo trayecto es que no somos conscientes de que en la vida también existen obstáculos. Perder un trabajo, sufrir una enfermedad, vivir un desamor... Situaciones que llegan de repente, sin avisar, que tardan demasiado en salir de nuestros pensamientos.
Aunque recorras cada día el paisaje más bonito del mundo o te despiertes al lado de la sonrisa más dulce y sincera que jamás has visto, la rutina se encargará de que dejes de valorar esos momentos tanto como lo hiciste el primer día. Así que, espero que cuando termines de leer esto empieces a pensar de otra forma,  a pensar de una manera más transparente y auténtica. Donde la inocencia y la ilusión acaben con cualquier rutina.

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