Qué más da si los pájaros ya no cantan, si los niños ya no juegan, si el café se ha enfriado, si los lagos se han congelado o si las lágrimas se han secado. Y que más da si se ha ido, o si me he ido yo o si nos hemos ido los dos. Qué más da, si ya no tengo a nadie a quien dar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario